Aurelio Vázquez, presidente de la Asociación de la Empresa Familiar en Castilla-La Mancha, ha repetido este martes lo que ya había dicho el fin de semana: que a los empresarios les preocupa, y mucho, que el Gobierno regional vaya a subir este año el impuesto de sucesiones y donaciones a las rentas más altas (para bases imponibles superiores a 225.000 euros).
Para Vázquez, la cuestión no estriba en que los ricos «paguen más», sino en el riesgo de que las empresas se vayan a otras autonomías vecinas, como la Comunidad de Madrid o Extremadura, en la que se abonan menos impuestos.
«Le hemos mostrado nuestra preocupación al Gobierno. La contestación es que este impuesto solo afecta al 1 por ciento de los sujetos pasivos y a nosotros no nos satisface. Efectivamente, afecta a las rentas imponibles más altas, pero es que son las que mantienen más puestos de trabajo. Estamos luchando para que las empresas no se vayan de Castilla-La Mancha. No hay que asustarlas, hay que atraerla», ha dicho Vázquez.
La Asociación de la Empresa Familiar en Castilla-La Mancha celebra este martes su asamblea general en Viñedos Cigarral Santa María, en Toledo. La asociación va a premiar al Obrador Santo Tomé como «empresa familiar del año». Santo Tomé es una empresa toledana con 160 años de antigüedad, por la que han pasado siete generaciones de dirigentes y hasta tres de empleados, y cuyo principal producto es el mazapán.
Además, hay prevista una ponencia del Banco Santander, una mesa redonda sobre la importancia de la empresa familiar en la economía, y dos conferencias: una del periodista John Müller y otra de los embajadores de Portugal y Andorra en España.
Al acto de clausura está previsto que asistan el vicepresidente del Gobierno de Castilla-La Mancha, José Luis Martínez Guijarro, y la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón.
Fuente: abc.es